sábado, 18 de abril de 2009

FABULAS: SACO DE HUESOS Y LAS NOVIAS DE LA CEBADA


Los cuentos, y lo saben bien quienes los han leído durante mucho tiempo, son un juego de referencias múltiples, en especial los de ciertos folklores, que a veces comparten personajes. Sin necesidad de ello, es una verdad aceptada entre los lectores y contadores de cuentos que hay una especie de geografía e historia general para ellos: referencias o espacios que comparten y los ayudan a sustentarse lógicamente. Por ejemplo: los animales y los elementos hablan, las brujas son malas y las hadas piadosas, la magia existe, el fin del mundo está muy, muy lejos, siempre hay una llave para el triunfo del bien (beso, aguja, espada, pluma u otro) y etcétera.

En estas creencias se ha basado Fábulas. Y por ello Bill Willingham ha hilado historias adicionales en medio de la trama general de este cómic de Vértigo. Historias que llenan  pedazos de otras, que explican dudas o comportamientos de algunos personajes, y que le dan relieve a este cuento.

Estas dos, incluidas en el tercer volumen compilatorio, que comentamos justo antes, nos dan pistas interesantes sobre Jack, el pícaro timador de entre las fábulas, y los diminutos habitantes de Villa Chica, anexo de la Granja, anexo de Villa Fábula.

Saco de Huesos –dibujada por Bryan Talbot- huele a cuento oído para algunos de nosotros. Un soldado parte de vuelta a casa y encuentra en el camino a un curioso anciano con quien jugar un rato a las cartas. Hasta allí todo bien… pero nuestro soldado es Jack Horner, el pícaro de las habichuelas mágicas, y el anciano es el demonio y su saco mágico.

Como siempre sucede, la suerte aparece para este pillo. Pero, como es también usual, él consigue hacer que las peores consecuencias surjan de las mejores oportunidades.

Jack es Jack y se esforzará por demostrarnos por qué Fábulas es un cómic para adultos. La historia es divertidísima, y como todas las de Jack, tiene un final incierto, en el que no logra ganar, o conservar lo ganado.

En Las Novias de la Cebada, -con dibujo de Linda Medley- estamos ante lo que bien pudo ser una tragedia, y se convierte en una historia de heroísmo, y un rito de iniciación. Un joven fábula es cogido en medio de un casi-delito, y es el pretexto para que Feroz se convierta en cuentacuentos.

Liliput es un reino entre los muchos que componen las Patrias, y decide tomar partido contra el Adversario en un momento crucial de la guerra. Un pequeño grupo de héroes parten para enfrentarlo, y descubren que su pequeño tamaño no los dejará participar en la batalla con la justicia que su valor reclama.

Asi, a la deriva, y sin poder regresar a casa por miedo a delatar su ubicación, los pequeños valentones resultan convertidos en refugiados, y huyen con el resto de fábulas sobrevivientes al Nuevo Mundo, y fundan su propia ciudad: Villa Chica. Un pueblo de hombres.

Y ese es el problema: solo son hombres, ninguna mujer estaba con ellos en la expedición. Un valiente joven y su emplumado compañero se lanzan a la aventura para recuperar un valioso recipiente, y salvar a toda su raza de la extinción.

Fábulas se revela en estos dos números a la vez tierna y truculenta, aleccionadora y moral, indecente y divertida. Más de estas historias vendrán a lo largo del camino, como forma de explicarnos de que van algunos personajes. Y serán parte de estas reseñas, lo puedo asegurar.

Porque son simplemente deliciosas.

Fabulas: Saco de Huesos (Num 11.); Fabulas: Las Novias de la Cebada (Num 18.), Vértigo/DC Cómics, 2003

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